Las empresas son conscientes de la riqueza de la diversidad, pero en general todavía no la sitúan en el lugar estratégico que se merece. En un mercado global, las organizaciones necesitan plantillas que entiendan otras culturas, con otras capacidades, idiomas, edades, realidades… La diversidad es calidad del capital humano. España es un país diverso y multicultural, pero esta realidad social no se ve representada en el ámbito empresarial.

“La diversidad implica creatividad, competitividad e innovación en las empresas. Pero, antes de nada es necesario romper con estereotipos e ideas preconcebidas que impiden el desarrollo y crecimiento de la misma”, explica María Tejada Gámez, responsable del área de Campañas y Comunicación de Accem. Esta ONG, dedicada a mejorar las condiciones de vida de personas en situaciones vulnerables, con la financiación del Fondo Social Europeo y la Dirección General de Migraciones, ha presentado recientemente DIVEM; un proyecto para generar sinergias y alianzas entre empresas y el tercer sector con el objetivo de sensibilizar a las empresas acerca de la importancia y beneficios que supone gestionar adecuadamente la diversidad en el ámbito laboral.

El 9,5% de la población española son personas extranjeras, concretamente 4.418.898 según datos del Instituto Nacional de Estadística del pasado mes de junio. España es una sociedad plural, heterogénea y diversa, donde la riqueza social y cultural de cada individuo es un valor añadido. Sin embargo, párese a pensar, ¿cómo gestiona su compañía esta riqueza de talento que hay en España? “No se trata solo de dar una oportunidad a otros sino a nosotros  mismos”, subraya Enrique Barbero, subdirector de Accem. La diversidad es una característica inherente de la sociedad actual, y así debe reflejarse en el mundo empresarial. La meta tiene que ser integrar ese activo, que además genera riqueza, trasladándolo a las empresas como parte de su visión estratégica global. “Es ir más allá de lo que la ley establece, apostando por unos valores que aportan rentabilidad y crédito reputacional a la empresa”, destaca Barbero. Tras la presentación del proyecto DIVEM, Pilar Suárez- Inclán, directora de RSE de Reale Seguros; María Calvo, directora de RSE del Grupo VIPS; Ana Martín, responsable de Selección y Planificación de Leroy Merlín e Isabel Roser, fundadora de HILO Sostenibilidad, participaron en un coloquio en el que expusieron la forma de entender y gestionar la diversidad de sus empresas.

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Las organizaciones no pueden obviar que gestionar la diversidad es conseguir que diferentes visiones, personalidades y pensamientos de las personas pueden ayudar a conseguir también ventajas competitivas en la empresa.

Fuente: Diario Responsable