La campaña Detox analiza y evalúa exclusivamente el nivel de compromiso que las empresas han desarrollado en referencia a unos criterios clave que incluyen la eliminación de conocidas sustancias peligrosas de sus productos y procesos de producción, la divulgación información sobre la contaminación y la publicación de su lista de proveedores. Temas capitales de la Responsabilidad Social Empresarial/Corporativa (RSE/RSC).

Bajo estos criterios, Inditex (propietaria de Zara), H&M y Benetton son la únicas tres empresas textiles que están  “a la vanguardia”  en el camino de limpiar su producción, como prometieron, para 2020. Mientras,Victoria’s Secret y Esprit y las marcas de ropa deportiva Nike y LiNing, no han seguido los pasos necesarios para alcanzar el objetivo.

Kirsten Brodde, responsable del proyecto Detox My Fashion en Greenpeace Alemania ha declarado “Estas empresas han demostrado que es posible limpiar la industria de la moda, tanto en empresas grandes, como en medianas.” Para Greenpeace esto es la prueba de que las marcas, cuando quieren, pueden prescindir del uso de los tóxicos en el proceso de fabricación de sus prendas.

No obstante muchas marcas no está interesada en mejorar sus procesos: “Nuestro análisis revela que de manera global la industria textil no está haciendo lo suficiente para eliminar las sustancias tóxicas. 16 de las 19 empresas analizadas están tropezando con problemas de transparencia o fallando en la eliminación efectiva de sustancias peligrosas. Solo quedan tres años para la fecha límite de 2020 y tendrán que acelerar”, ha comunicado Brodde.

Mientras que Victoria’s Secret, Esprit, Nike y LiNing obtienen la peor clasificación, llamada “paso en falso”, otras 12 empresas que se comprometieron con la campaña Detox se encuentran en la categoría media, llamada “en modo evolución”. Éstas incluyen Adidas, Burberry, Levi’s, Primark y Puma que no están prohibiendo suficientes sustancias peligrosas y que se basan en una lista de sustancias defectuosas que ha diseñado el grupo industrial ZDHC(siglas del inglés “Zero Discharge of Hazardous Chemicals”). Esta lista no incluye sustancias tan relevantes como las sustancias per- y poli- fluoradas (PFCs) o disolventes como la Dimetilformamida (DMF).

Empresas como C&A, Fast Retailing, G-Star, Mango y Miroglio obtienen un mejor resultado aunque en la misma categoría “en modo evolución” por gestionar mejor las sustancias químicas o ser más transparentes respecto a su cadena de suministro.

La campaña Detox de Greenpeace demanda a las marcas de moda que se comprometan con el vertido cero de todas las sustancias peligrosas para 2020 y requiere que sus proveedores divulguen entre las comunidades asentadas en las cercanías de las instalaciones los datos de vertido de sustancias tóxicas.

Abordar el problema de la contaminación del agua es cada vez más urgente, especialmente en países con una elevada producción textil como China donde más del 80% de las aguas subterráneas no son potables. Cuatro quintos de los pozos de agua en China no son seguros por la contaminación, según un análisis publicado por el Ministerio chino de Recursos Hídricos. La industria textil china es uno de los mayores contaminadores del agua del país.

Las acciones de las empresas han provocado cambios políticos en algunos países de producción como China, donde las sustancias dañinas utilizadas en el sector textil como PFCs, nonilfenoles y ftalatos se han incluido en la normativa que se desprende del 12º Plan quinquenal para la Prevención y el Control del Riesgo Medioambiental de las Sustancias Químicas.